miércoles, 30 de julio de 2008

La tercera via

Históricamente, las terceras posiciones surgieron siempre que la gente encontró que las ideologías políticas dominantes existentes carecían de respuestas. En el siglo diecinueve, el socialismo pretendió originalmente convertirse en una tercera posición entre conservadurismo y liberalismo clásico (básicamente el libre capitalismo de mercado en ese momento). Más tarde, en el siglo veinte, la democracia social se desarrolló como una tercera posición entre socialismo y conservadurismo/libre mercado capitalista. Pero en vez de representar una verdadera trascendencia de los sistemas de creencia existentes, demasiado a menudo el programa nuevo termina en el centro ideológico entre las dos ideologías dominantes. Tal forma centrista de tercera posición es de hecho una transigencia en vez de una teoría política nueva que trascienda a las viejas y produciendo respuestas duraderas a problemas sociales irresueltos, terminando en ideas contingentes y no contemporánea.Una verdadera tercera posición para el siglo veintiuno debería trascender y debería progresar más allá de las ideologías precedentes. La Política integral se adecua a esta idea. Analizando la relación entre la mayoría de las ideologías existentes y claramente presentando un acercamiento nuevo a la política; uno que integre lo mejor de lo que cada uno tiene que ofrecer y que transcienda sus defectos, la política Integral presenta una alternativa política verdadera, donde el pluralismo y el relativismo son trascendido e incluido en un planteamiento más sistemático en su conjunto, siendo más que ver todos los puntos de vista en conjunto.La integración de distintos enfoques solo será valido si se logra trascender los defectos de estos y ergo fraguar una nueva ideología, la cual nos permitirá integrar todas la realidades existentes en nuestro sociedad y a la vez integrarnos nosotros a la sociedad. Para lograr la integración de corrientes que son presentadas tradicionalmente como dicotómicas, debe partir bajo la primicia de que todos lo sistemas son totales y partes a la vez. Al ser simultáneamente parte de un todo y una unidad relativamente independiente podemos entender como vincular lo individual con lo colectivo.Esta comunión que se plantea lograr ente lo colectivo y lo individual se lograra a través de la superación de la fragmentación de la sociedad, sin tener la necesidad de que una doctrina esto por sobre la otra, sino reconociendo la autonomía de cada esfera y también teniendo presente que cada esfera esta vinculada con la otra. Para llegar a esta unión es necesario:1. Lograr sostener como ideas no dicotómicas los derechos colectivo y los derechos individual.2. Reintegrar a este nueva ideología lospensamientos presedentes. 3. Se deben crear nuevas instituciones en las cuales se respeten los derechos individuales sin dejar de lado la responsabilidad colectiva.La creación de estas instituciones pueden llegar de tres formas, a través de la revolución de la reformas o de la Integración. La primera plantea un cambio violento de las instituciones y la creación de nuevas formas de relaciones sociales destruyendo las anteriores. Las reformas por su parte plantean la mantención de las mismas instituciones a las cuales se les realizan cambio en la forma para hacerlas mas efectivas, pero no para cambiar la esencias de estas.La Integración plante a la vez dos etapas dentro de ellas, la traducción y la transformación. La traducción “corresponde a un cambio dentro de cualquier nivel o contexto dado”, es decir, a cambios que no conlleven una nueva forma de relación, si no que mejoren las ya existentes. La traducción es el proceso a través del cual se logra “un cambio de nivel, llegando a uno superior, entendiendo superior como un nivel” que mejora las relaciones y vida de las personas en la sociedad humana, el cual es sólo aconsejable una vez que las opciones de acción en cualquier nivel dado han sido agotadas y la sociedad está lista para moverse hasta el siguiente nivel.A grandes rasgos la traducción y la transformación es lo correspondiente a reformas y revolución, respectivamente, pero a gran diferencia es que la política Integral no muestra la reforma y la revolución como opciones opuestas, es decir realizar una o la otra, si no que cree que ambas son parte de un proceso que es la evolución de la sociedad humana. La reforma y la revolución, a la vez son entes individuales, es decir cada uno es independiente del otro, pero complementario a la vez. La traducción no tiene como fin preparar la transformación, si no que a través de ellas se busca mejorar la sociedad y como consecuencia sirven, en caso de no ser suficiente, como camino hacia la transformación. Son entes independientes entre si, que forman parte de un todo, que en su integración logran la evolución de la comunidad. Tampoco es acertado hablar de revolución como un símil de transformación, puesto que la revolución platea la destrucción de todas las formas de relación anteriores inclusos las que fueron reformadas con el fin de facilitar la revolución, ergo la construcción de una nueva sociedad y de un nuevo individuo. En cambio la transformación no desecha ni destruye las antiguas instituciones, si no que construye desde las instituciones traducidas a las realidades de dicha sociedad, es decir transforma desde lo anterior, por lo tanto no cree en la necesidad de la construcción de un nuevo Hombre, ya que existe un resquicio cultural que esta latente en la sociedad, el cual no puede ser ignorado, ya que para la construcción de un nuevo hombre sin conexiones con la sociedad antigua, lo que lleva a cabo la revolución, es necesario ocupar la fuerza, puesto que los valores, forma de actuar, en fin esta cultura anterior, esta intrínseca al individuo. Por eso es que el proceso de Integración es más que una posición central entre reforma y revolución, es más que un consenso entre liberalismo y socialismo. Nuestro todo (la integración) es más que al suma de las partes (Traducción y transformación), lo cual es debido a que logramos relacionar supuestas dicotomías y a partir de esta relación se crea un valor agradado que se transforma en una idea y forma de hacer política, novedosa contemporánea y contingente