viernes, 3 de diciembre de 2010

Repensando la Meritocracia

Cuando se habla de meritocracia pareciera que nadie le hace asco, que todos la queremos y la amamos. Pero que hay detrás de esta palabra.
A nivel personal creo en al meritocracia, por todo lo que conlleva y aun más por el razonamiento liberal que trae consigo.

Creo que la meritocracia como concepto sirve para entender cuando una desigualdad es legítima o no. Se las desigualada que se vive es producto de un estado inicial a la persona, de la cual no puede moverse, estamos frente a desigualdades ilegitimas, en cambio si la desigualdad es producto de los resultados de el talento o merito de una persona, esa desigualada no debiese porque ser suprimida o visto como una afrenta hacia lo sociedad.

Las desigualdades en una sociedad, donde prima la meritocracia, es totalmente legitima y hasta deseable en el sentido de que viendo las diferencia y teniendo las oportunidades, las personas trabajar para aumentar su sensación de bienestar y el de sus familias.
Pero, ¿Que es una sociedad meritócrata? Una sociedad meritocrática es una comunidad donde encontramos presente los principios de igualdad inicial y la igualdad ante la ley, que también son la manera de legitimar las desigualdades sociales. Estos principios, permiten el desarrollo del hombre y no lo atan a ninguna red superior que coarte su iniciativa y su decisiones.
Por lo mismo una sociedad meritocrática, es aquella donde se disfruta entre todos los ciudadanos una IGUAL LIBERTAD

¿Podemos forzar la Igualdad? ¿Qué tan justo es que todos seamos iguales?
La igualdad es una Utopía, casi una pesadilla, si se considera, como la igualdad de propiedad física o mental, dado que no apoya el hecho de que cada persona tiene distintas necesidades y por otro lado, la idea de que esta igualdad asume la capacidad de saber qué es lo que necesita cada persona, porque esta Igualdad no es intrínseca al ser humano, entonces debería existir un ser que pueda hacer dicha repartición.

El forzar la libertad coarta la libre expresión del hombre, en el sentido de que no puede anhelar más de lo que le corresponde, lo cual está fijado por alguien externo a él.
¿No sería mejor acaso, que cada cual forjara sus propias necesidades dado sus propios merito?

El forzar una igualdad para todos atenta contra el principio meritócrata dado que la posesión de bienes (no solo materiales), no está dado según el esfuerzo personal.

Ahora bien, en esta sociedad meritócrata debe existir una igualdad de oportunidades y en ese sentido, la sociedad tiene un rol, en cuanto debe dar al individuo un piso mínimo para poder desarrollarse, debe existir una cancha pareja para todos, donde da lo mismo de donde vengas, si pegas una patada por detrás, la tarjeta es roja.

La meritocracia no es solo que gane el m{as mejor en una cancha pareja, la meritocracia es asumir las desigualdades como algo propio en los seres humanos y entender que lo justo es que la sociedad existan esas diferencias, porque cada individuo es diferente al resto.

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