martes, 19 de abril de 2011

Ley Super 8: Quien es quien

La ley sobre comida chatarra o popularmente conocida como la ley super 8, ha puesto sobre la mesa la verdadera arena por donde se debe enfrentar la política: El mundo de las ideas.


La ley pone de manifiesto la lucha entre conservadores que buscan el derecho de la Familia a educar y la libertad para consumir, mientras que los progresistas/socialdemócratas apuntan a que el estado debe proteger a las personas de su propia ignorancia y de no saber lo que es bueno para ellos.


Sin embargo, la mayor virtud de este proyecto de ley es que nos permite diferencias a los liberales libertarios y a los liberales igualitarios o demócratas, y entre los conservadores y liberales. Diferencias que en el día a día y dada las condiciones de la política chilena son más difícil de reconocer.


Los conservadores (eso de puño y letra) son los que como principal argumento utilizan que a la ley pasa a llevar el rol de la familia y de los padres. Como se ve no existe un argumento que haga referencia a libertad o igualdad. Simplemente es el mantener el derecho del grupo que consideran base de la sociedad y q1eu cualquier cambio en el statu quo llevara a una mala sociedad.


Los liberales libertarios y de esto se colgaran algunos neo-conservadores, ven que las ley es un primer paso para un Estado omnipresente que domina todos los lugares. A la vez nos presentan esta ley como limitadora de la libertad individual, ente otras cosas. Asumen que la mera existencia de las leyes que establecen las libertades es condición suficiente para el goce de ellas.


Por el otro lado, encontramos a los liberales demócratas, con lo cual me siento identificado, que creemos que esta ley no viola las libertades individuales, en cuanto limita la acción a menores de edad que no tienen la capacidad para analizar por sí mismo. Esto último, puede que suene extraño proviniendo del liberalismo, pero es simplemente la misma lógica que se ocupa para prohibir la venta de alcohol y cigarros a los menores de edad. A la larga se busca no proteger al individuo de su ignorancia, sino al individuo misma de cualquier colectivo, ya sean empresas o sociedad que presenta una asimetría de poder.


La libertad demócrata parte su análisis desde el contexto de los individuos y asumo que no solo importa el tener el derecho a la libertad, sino también la capacidad o competencia de poder hacer uso de ella, y que de no estar presente, el liberalismo demócrata alienta al Estado a potenciar al individuo. Esa es La libertad Demócrata, esa es la Igual Libertad.

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