domingo, 20 de mayo de 2012

Acá estamos los liberales 1


Los liberales reconocemos que la capacidad de gobernar es limitada, que el crecimiento del gasto público es en sí mismo una amenaza a la sociedad civil, y que la reducción de los gastos del Estado debe, por lo tanto, equilibrarse en consideración de las nuevas demandas.
No obstantes remarcamos que no podemos dejar el Estado en un sitio olvidado. Las desigualdades existentes y nos obligan a pedir, la vuelta del Estado, que no por mantener su condición mínima va a caer en un letargo de actividades.
Como liberales,  concebimos la sociedad, desde el individuo, que de manera voluntaria forjo comunidad. Esta acción conllevo una responsabilidad con el otro que se refleja en la necesidad de combatir el sentimiento de insatisfacción y de alienación de los trabajadores y ciudadanos, mediante el recurso de reconocerles el derecho, a participar  y utilizar las herramientas necesarias  que traigan de manera responsable la simetría justa de poder entre los diferentes grupos de la sociedad.
Nuestra naturaleza liberal nos exige  creer que una parte del aumento de la riqueza debería destinarse a la promoción de la igualdad de oportunidades tanto para los individuos como para las naciones de todo el mundo. Es de esta manera que se promueve realmente la libertad, abriendo puertas para que las personas, los estados puedan decidir por sí mismo, para ellos mismos
Estamos conscientes que para los individuos, esto significa seguridad frente a los riesgos de enfermedad, desempleo, invalidez y ancianidad, así como la provisión de una vivienda digna. Sin embargo, creemos que el principal motor y herramienta que permite al ser humano, como individuo en una sociedad, avanzar hacia su propio desarrollo, es la educación, tanto física e intelectual, humanista y técnica de todos los ciudadanos, sea cual fuere su origen y su capacidad financiera.
Una educación libre, basada en métodos democráticos, es el medio más adecuado para superar las barreras culturales y para combatir la intolerancia cultural, política y racial. La educación es, además, el instrumento más eficaz de la política liberal de promoción de la paz y de eliminación de las fronteras clasistas, de las injusticias sociales y económicas y de las actitudes retrógradas y contribuye a la armonización entre formación técnica y humanista
Por todo lo anterior los liberales no podemos caer en el libertinaje, que es la idea de la libertad sin responsabilidad, ya sea en la vida política o en lo económico. 

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