miércoles, 11 de mayo de 2011

Energia nacional: Elijamos el mal menor

Chile tiene que crecer, ese es el imperativo con el que parto esta columna. No creo que sea posible que los chilenos mejoremos nuestra calidad de vida y aumentemos nuestras libertades.
Si se plantea vivir en un mundo menos tecnologizado, creo que caemos en una de esas utopías donde busquemos volver a un estado natural de las cosas, donde quizás el más fuerte es el que gana.
El desarrollo de Chile necesita de una matriz energética, que permita ser la base del gasto que conlleva el aumentar la calidad de vida y esta matriz provendrá si o si desde la explotación de elementos naturales, a no ser que se trabaje con la energía nuclear.
Uno de los argumentos que se utilizan para negar HidroAysen, es el daño visual que crea en la Patagonia, destruyendo fuente de turismo y belleza natural. Esta misma argumentación se utiliza contra las torres de energía eólica, que también generan este daño arruinando el paisaje natural del lugar donde se instalan, más allá de la estética que pueden tener las mismas torres.
Las termoeléctricas a carbón son la peor amenaza a la sociedad, no hay pero manera de crear energía que estas. La destrucción del medioambiente y de las personas que viven a los alrededores, es lo mismo que plantar una guillotina revolucionaria.
Las termoeléctricas a gas, son una excelente opción, pero lástima que nos hagan dependientes del extranjero, dado que Chile no tiene fuentes de gas. Por lo mismo nuestra matriz no puede depender fuertemente de ellas.
La energía solar produce pocas cantidades para sostener crecimiento económico y la mareomotriz necesita muchos recursos económicos para ser desarrollada.
Por otro lado, está la energía Nuclear, la energía más limpia de todas, pero con el problema de que en un país sísmico como el nuestro puede traer ciertas complicaciones de seguridad.

¿Que nos queda entonces? El mal menor, que para mí es la Energía nuclear

El gran temor que se tiene de la energía nuclear es basado en lo sucesos que pasaron en Japón con el terremoto de este año, sin embargo ha existido una información errónea respecto a que fue lo que creo las fallas de los sistemas.
No fue el terremoto en si lo que devastó las centrales, sino el agua que entro a estas, las cuales eran las más antiguas y no había recibido el mantenimiento necesario.
Si pensamos el porcentaje de Centrales nucleares que fueron dañadas respecto al total que hay en Japón, el resultado es ínfimo
Creo, que los temores a energía nuclear en chile son infundados. Existen varios sectores, donde se minimizaría el daño de estas y podrías ser una energía sustentable, limpia y como dice Hidroaysen, chilena.
Por algo, la única energía que Daniel Fernández no ha atacado vehementemente es la de origen no natural

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